lunes, 28 de febrero de 2011

Clockwork prince



Se redujeron finalmente en la esquina sureste de la iglesia. Acuosa luz del día se vertía través de la ventana de rosales. "Se que estamos en apuros por llegar al Consejo" dijo Jem. "Pero quiero que veas esto." El hizo un gesto alrededor de él. "La esquina del Poeta"

Tessa había leído del lugar, por supuesto, donde los grandiosos poetas y escritores de Inglaterra fueron enterrados. Estaba la tumba gris de Chaucer, con su dosel, y otros nombres familiares: Edmund Spenser, quien había escrito The Faerie Queen, "Oh y Milton" jadeó ella, "Y Coleridge y Robert Burns y Shakespeare-"

"Ellos realmente no fueron enterrados aquí" dijo Jem, rápidamente "Es sólo un monumento."

"Oh, lo se, pero- ella lo miró y sintió ruborizarse. "No puedo explicártelo. Es como estar entre amigos, ser amigos de esos nombres. Tonto, lo se..."

"No es tonto del todo"

Ella le sonrió. "Cómo sabes justo lo que quería ver?

"¿Cómo no podría? dijo el. "Cuando pienso en ti, y no estas ahi, te veo en mi mente siempre con un libro en la mano" El miro hacia otro lado mientras lo dijo, pero no antes de que ella viera el ligero rubor en sus mejillas. El era tan pálido, que no podría ocultar el minimo enrojecimiento, penso - y le sorprendía que tan afectuoso era el pensamiento.

Ella había sido muy cercana a Jem lo últimos 15 días; Will la había evitado disimuladamente, Charlotte y Henry se habían metido en problemas de la Clave y el Consejo y huido del Instituto - incluso Jessamine lucía preocupada. Pero Jem siempre estaba ahi. El seriamente parecía haber tomado el papel de guiarla por Londres: Habían estado en el Parque Hyde y El jardín Kew, La galeria nacional y el Museo Británico, La torre de Londeres y El portal de Traitor. Había ido a ver a las vacas ser ordeñadas en el St James Park, los vendedores de fruta y vegetales en Covent Garden, habían visto a los barcos navegando en el soleado Tamésis desde el Embarcadero. Y desde que los días habian pasado, Tessa sentía desplegarse lentamente de su tranquilidad, acurrucada infelicidad sobre Nate y Will y las pérdidas de su antigua vida, como una flor saliendo del suelo congelado. Ella encontró a sí misma incluso riendo. Y tenía a Jem para agradecerle.

"Eres un buen amigo" exclamó, y cuando, para su sorpresa, él no tenia nada que decir, ella dijo: "Al menos, espero que seamos buenos amigos. ¿Tu también piensas lo mismo, verdad jem?"

El se volvió para mirarla.

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